Artículo publicado por el autor en la hornacina (incluye ampliación de imágenes).
1. Presentación
A lo largo del mes de marzo de 2023 se han desarrollado en la capital andaluza una serie de actividades dirigidas al estudio y reconocimiento de la figura del escultor e imaginero Antonio Illanes Rodríguez (Umbrete, 1901- Sevilla, 1976), recayendo sobre mi persona el comisariado de las exposiciones y conferencias que, de manera independiente, han llevado a cabo el Excmo. Ateneo y la Escuela de Arte de Sevilla, rememorándose al que fuera ateneísta y alumno histórico, respectivamente.
De un lado, el Ateneo organizó la exposición “El ilustre artista sevillano Antonio Illanes, imaginero y escultor de la gracia; nuevas aportaciones desde la colección del ateneísta Francisco Barrientos Fernández” (del 20 al 30 de marzo) junto a la conferencia “El escultor e imaginero sevillano Antonio Illanes; vinculación del artista con el Ateneo, y contextualización de la obra expuesta en la colección de Francisco Barrientos Fernández” (jueves 23 de marzo).
De otro lado, la Escuela de Arte incluyó la ponencia “El escultor Antonio Illanes y la renovación de la imaginería tradicional sevillana; ¿vanguardia truncada? (22 de marzo) dentro de las II Jornadas de Imaginería e inaugurándose, al término de la misma, la exposición documental “La trascendencia artística y socio-cultural del imaginero sevillano Antonio Illanes Rodríguez” (del 21 de marzo al 12 de abril).
2. Actividades del Ateneo
Comenzando por la exposición acogida en el Ateneo, su montaje ha contado con la participación de Luis Rizo Haro (vocal de Bellas Artes) y Manuel Jesús Corral Zambruno (director artístico de la Cabalgata de Reyes Magos), destacando la riqueza de la obra y documentación expuesta en tanto en cuanto es representativa de todas las épocas del artista —“Formación” (1915-1929), “Viejo estudio” (1930-1939) y “Nuevo estudio” (1940-1976)—, con ejemplares significativos de las principales categorías que son características del autor: “Escultura religiosa”, “Rapsodia andaluza”, “Retrato” y “Desnudo”. De todas ellas sobresalen producciones de envergadura y la incorporación de material inédito, citando entre las esculturas más brillantes Venus de la Mantilla (1945), Ronda (1948) y Dolorosa (del Amor) —inacabada a la muerte del autor y terminada por Darío Fernández en 2013—, aparte de los bocetos de La Gorriona (1951), San Francisco de Asís (1946), Santo Domingo de la Calzada (1942) o Joven arrodillada (1958). Respecto a las piezas u objetos menos conocidos localizamos el retrato de Sweety Larrañaga (1961), Reproducción de mano izquierda de Jesús del Gran Poder, u otros dibujos preparatorios para la copia del Señor de Sevilla realizada para Tacna (1954) y las inventariadas del modelo en yeso de las piernas de Cirineo (Hermandad de San Roque, 1962), Reproducción de pie derecho de Jesús del Gran Poder (1954) y 2ª Reproducción de mano derecha atribuida a la del escultor (h.1950). Finalmente, se muestran las curiosidades que contemplan uno de los caballetes de modelado del artista, libros provenientes de la biblioteca del desaparecido estudio —ubicado hasta principios del presente siglo en la calle Antonio Susillo— y fragmentos de la túnica de nazareno con las que atavió a sus imágenes, caso de la Virgen de la Paz (1939); precisamente, en relación a la hermandad del Porvenir también se exhiben apuntes de estudio para las figuras del misterio, ilustrándose la documentación gráfica que requirió el propio Illanes.
Panorámica de la Exposición en el Ateneo. Fotografía de Sergio Jesús Parra Medina.
Nota: Catálogo digital de la exposición en la siguiente dirección https://ateneodesevilla2.wixsite.com/illanes —con maquetación de Amparo Graciani y fotografías, conjuntas, de Fernando Salazar — (aún pendiente de actualización).
Momento de la inauguración de la exposición en el Excmo. Ateneo. Fotografía de Fernando Salazar.
De otro lado, en la conferencia pronunciada en la misma “Sala Gonzalo Bilbao” se profundizó en la vinculación de Antonio Illanes con el Ateneo, repasando su actividad como estudiante —iniciada hacia 1915, bajo la dirección de Gustavo Bacarisas en la sección de Bellas Artes—, participante de las “Exposiciones de Primavera” (a partir de 1925 y en la década siguiente, principalmente), socio ateneísta (1928-1934) y hasta directivo de la sección de Bellas Artes, concluyendo que dicha institución supuso un impulso y una gran oportunidad para su desarrollo artístico y profesional, realzando el “Premio José María Izquierdo” conseguido en 1928 con Asiria —su primera figura a tamaño humano—.
Fotografía de Dubois (La Unión, 1928). Hemeroteca Municipal de Sevilla.
En la segunda parte de la ponencia, tuvimos ocasión de contextualizar toda la obra expuesta de la colección de Francisco Barrientos Fernández, ahondando en la influencia que ejerció Juan de Mesa sobre Antonio Illanes —considerándole ya en 1937 «el maestro más barroco, más inspirado y de mayor fuerza dramática de su época» (F.E.)— para, luego, recalcar su triunfo en 1952 con la Rapsodia andaluza en Sudamérica (constando el rótulo que, muy probablemente, anunció la prolongación de la exposición de Montevideo), la investigación desarrollada en torno a los bocetos de las piernas de Cirineo, la documentación del traje de las imágenes secundarias de la Paz —señalando la mutilación de la talla del penacho de plumas del romano— y la posible relación del torero Ronda con la pintura suelta de José Villegas Cordero (1844-1921) y los efectos metálicos comparable en La muerte del maestro (h.1884), impresión que pudo trasladar Illanes en la soberbia talla. A propósito de la cofradía del Porvenir, se citó a Ntro. Padre Jesús de la Victoria —última imagen que salió del “Viejo estudio” en 1940—, encontrándose el boceto en la exposición por cortesía de la propia hermandad y aludiendo al dato que hasta ahora no se había referenciado correctamente sobre la vuelta de la imagen al creador entre 1954 y 1955, en el “Nuevo estudio” (donde no se ejecutó), despertando unas hipótesis cuya respuesta queda abierta a compartirla con la cofradía del Domingo de Ramos (si lo estima conveniente).
Referencia tomada por Illanes en la enciclopedia “Historia del Traje” (Federico Hottenroth, 1917), para la sandalia del romano de la hermandad de la Paz. Fotografía de Sergio J. Parra Medina.
Finalmente, se daría a conocer una segunda parte del estudio concerniente a la Virgen de la Esperanza (1930) de Morón, realizado en dos fases 2013-2015 y 2020-23, tal y como se anunció en la ponencia abordada, previamente, en la Escuela de Arte.
El investigador estudiando la primera dolorosa de Antonio Illanes. Fotografía de Inmaculada Otero-Carrasco.
La investigación, trasladada a la experiencia práctica de la escultura, concluyó en el concepto registrado de Asimetría illanesca e ilustrado en varias obras expuestas en el Ateneo tales como Sweety Larrañaga (1961) o la Inacabada (1957), consistente en un rasgo que es característico de la obra de Illanes y que puede calificarse como recurso expresivo intencionado, fundamentado en el desplazamiento intencionado de los volúmenes del busto con respecto al torso consiguiendo así romper la estructura simétrica de la representación de la figura humana y encontrando un “desequilibrio armónico” por el que crea un “desencaje óptimo” y movimiento interno en la figura —lo que entronca con la falsa creencia de que la cabeza del Crucificado de las Aguas (1941) no perteneciera al mismo cuerpo—.
Estudio en madera de S.J. Parra Medina sobre la Virgen de la Esperanza (1930), primera dolorosa de Illanes. Fotografías de Inmaculada Otero-Carrasco.
Concepto de la “Asimetría Illanesca” acuñado por el investigador, y ejemplo detectado en el Cristo de la Expiración (1930). Fotografía de Juan Manuel Guardado Mejías.
En definitiva, las propuestas del Excmo. Ateneo han estado dirigidas a la reivindicación del ilustre imaginero y al reconocimiento total como artista profano, literato y promotor de la cultura sevillana, trayendo a colación el artículo conservado por Francisco Barrientos y publicado en 1946 en “Rosa de Pasión”, donde al igual que casi 80 años atrás podemos seguir hablando de que «Sevilla negara a Illanes» causando extrañeza su alto nivel «cuando de hacer escultura, lo mismo civil que religiosa, se trate».
El autor impartiendo la conferencia en la Sala Gonzalo Bilbao del Ateneo. Fotografía de Inmaculada Otero-Carrasco.
3. Actividades de la Escuela
Antonio Illanes continuó su formación académica en la Escuela, tras su paso por las clases de Dibujo del Ateneo, solventando en esta sus primeros éxitos profesionales con Asiria (1928), Crucificado de la Lanzada (1928-1929) y Crucificado de las Aguas (1929-1930), condensando la estimulante época de la Exposición Iberoamericana y el magisterio del valenciano Francisco Marco Díaz-Pintado, quien le introdujo la renovación figurativa del mediterraneísmo, a la vez que admiraba la producción neobarroca de Antonio Castillo Lastrucci.
Por todo ello, la Escuela de Arte de Sevilla es uno de los pilares por el que comprendemos la trayectoria artística de Antonio Illanes, y de ahí el compromiso por incluir actividades en su programa que estuvieran dedicadas al antiguo alumno, que es ejemplo claro del tema planteado en las II Jornadas de Imaginería “Entre la tradición y la vanguardia”. Los conceptos trabajados requerían profundizar en todas las influencias recibidas en el protagonista, su conocimiento de la escultura contemporánea, la evolución y contradicciones en su pensamiento sobre el arte y la problemática de evolucionar en un ambiente clásico o dentro de las circunstancias adversas para el desarrollo cultural en la posguerra, reflexionándose sobre qué tipo de obra religiosa hubiera proyectado Illanes si no hubiera estallado la Guerra Civil dadas sus inquietudes renovadoras y mentalidad contemporánea, no perdiendo de vista la otra escultura religiosa que sí realizó con miras a espacios museísticos.
Tanto la conferencia —emitida en directo en https://www.youtube.com/watch?v=rwDWGZvDf1U—, como la exposición que aborda la escuela, evidencia las cualidades del artista en la técnica y en la preponderancia de la obra civil sobre la sacra, concretándose la cifra de 250 esculturas originales, de las cuales 150 pertenecerían a la faceta profana y 100 a la religiosa —21 de ellas para Sevilla, conservándose 14 (2 no procesionan)—.
El autor durante las II Jornadas de imaginería en la escuela, disertando con el trabajo práctico y escultórico de su investigación. Fotografía del Grupo de trabajo “El arte de la Imaginería y Escuela de Arte de Sevilla”.
Por último, como demostración se acompañó en la sala el estudio práctico desarrollado en la investigación sobre la primera imagen de Dolorosa del catálogo de Illanes, “la Virgen de la Esperanza” de Morón (1930), paradigma de la imaginería moderna sevillana dentro de la tradición barroca, añadiendo a los estilos sobre arcaísmo griego —ya planteados por otros investigadores—, otras confluencias con el arte ibérico, primitivo y oriental, además del organicismo de Brancusi, indicándose la enciclopedia “Historia del Arte” de José Pijoan (2ª edición de 1923) como libro de cabecera (al menos en la primera época), y apreciándose el juego de planos cóncavos y convexos en el busto de estudio. Igualmente, se defendió la fotografía más antigua de la imagen aún en el “Viejo estudio”, rescatada de la colección de Francisco Barrientos Fernández, suponiendo un reto al tener que vincularla con otro aspecto primigenio de la Dolorosa que tampoco se había dado a conocer, cuya alteración pasó por dos momentos: modificación del dibujo de las cejas (década de 1930-1940) y mutilación de la cola del cabello y eliminación de la firma tras la intervención de José Rodríguez Rivero-Carrera (mediados de la década de 1980; con información aportada por Manuel Escalante Romero), debiendo el propio imaginero cerrar los párpados de la imagen una vez terminada la misma, con anterioridad a su primera salida procesional en 1931.
Atribución de Sergio Jesús Parra Medina sobre la fotografía más antigua de la Virgen de la Esperanza (1930), con estudio comparativo sobre los rasgos primitivos de la imagen. Superposición aproximada de la obra (derecha), respecto a su estado inicial (izquierda) y más reciente (centro).
A la finalización de la conferencia, el Grupo de trabajo “El arte de la Imaginería y Escuela de Arte de Sevilla” procedió con la inauguración de la exposición documental, situada en el hall de la escuela en el Pabellón de Chile, distribuyéndose el contenido en 7 displays —maquetados por Juan Carlos Sánchez Guirao— abarcando los siguientes apartados:
1) La proyección del escultor Antonio Illanes desde la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla.
2) Illanes y la renovación de la tradición I (con anterioridad a la Guerra Civil).
3) Illanes y la renovación de la tradición II (con posterioridad a la Guerra Civil).
4) Representación nacional e internacional de la “Rapsodia andaluza” de Antonio Illanes.
5) Contribución de Illanes al patrimonio histórico y artístico de la ciudad de Sevilla.
6) Aportaciones literarias de Illanes y promoción de la cultura sevillana.
7) Imágenes de momentos y obras del artista
La exposición se completa con el material que se ha depositado en vitrinas, incluyendo libros y recortes originales de prensa con alguna dedicatoria autógrafa del ilustre imaginero.
Panorámica de la exposición documental sobre Antonio Illanes en la Escuela de Arte. Fotografía de Sergio Jesús Parra Medina.
4. Conclusiones
El hecho de que hayan coincidido en el tiempo los actos celebrados por los dos puntales a los que se debe la formación académica del prestigioso imaginero sevillano Antonio Illanes Rodríguez, no se debe al cumplimiento de ninguna efeméride en concreto sino al deseo común de cubrir el vacío que, injustamente, ocupa el reconocimiento total del artista sevillano como escultor profano, literato y promotor de la cultura sevillana en el siglo XX.
Principalmente, la semana del 20 al 26 de marzo de 2023 trascenderá en la crónica local por haber aglutinado la inauguración de dos exposiciones y la puesta en escena de dos conferencias con las que se ha focalizado en Antonio Illanes la importancia del artista universal —más allá del recuerdo perpetuo de las cofradías—, concentrando los esfuerzos en difundir una visión distinta y más completa del creador y su obra, adquiriendo un significado que encierra el simbolismo de la “Gracia de Sevilla”, merecedora, sin duda, de que alguna de sus esculturas se exhiban permanentemente en el Museo de Bellas Artes como viva lección del dominio virtuoso de la talla e indiscutible representatividad del arte andaluz.
AMPLIACIÓN REPORTAJE FOTOGRÁFICO (Fotografías del autor)
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